Envía tu luz pura, Señor, sobre la senda No dejes que la noche tus elegidos prenda. Sombrío y triste el valle, difícil la jornada, Mas saben que la ruta por tu amor fue trazada. Los días de tu mano obrando entre las gentes Recuerdan, y tu nombre invocan reverentes. Recuerdan tus victorias, tu diestra soberana, Y saben que es del hombre la fuerza sombra La fe mantiene vivos su amor y confianza, Y sus pasos animan los himnos de esperanza. Recuerdan que sus padres la vida atravesaron Fijando en ti su vista y no se avergonzaron. Soldados que forjaron en tu amor sus aceros, Prendió en sus limpios ojos la luz de los luceros. Sus almas libertadas del moho de vanidades Tu áureo candelero han sido en las edades. Anhelan, como siente su sed el ciervo herido, Que vayas tú con ellos, pues son tus escogidos; Que vayas como fuiste aquel glorioso día Que a Egipto trastornabas y senda les abrías. Envía tu luz pura, Señor, sobre la senda. No dejes que la noche tus elegidos prenda. Tu amor llena sus almas, tu nombre su horizonte. ¡No tienen otra Patria sino tu Santo Monte! -----Szent színed elé twbny̱ Иисус из Галилеи (Galileu) ٴان ايتامىز ٴبىز أيام لفادينا باسمك تُجرى آيات เรานมัสการพระเจ้า ḥynmạ ạ̉dnw mn qdsk Ajan myrskyaallot snẗ wrạ snẗ
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