Cosas preciosas allí puedo ver,
Y sobre todo, que el gran Redentor,
Es de los niños es tierno Pastor.
Al Redentor, tierno Pastor,
Que en el Calvario por mí murió,
Sí, sí, por mí murió.
Por mi salud y de niños habló;
Dejad los niños que vengan a mí,
Para salvarlos mi sangre vertí.
Busca a Jesús, pecador, le diré.
Por su palabra que tienes aquí,
Aprende y siente que te ama a ti.