La ley del Señor es perfecta, Que convierte el alma. El testimonio del Señor Es fiel que hace sabio al sencillo. Deseables son más que el oro, Que mucho oro afinado; Y dulce más que miel Que destila del panal. Los mandamientos del Señor son rectos, Que alegran el corazón. El precepto del Señor es puro, Que alumbra los ojos. El temor del Señor es limpio, Permanece para siempre. Los juicios del Señor son verdad, Todos justos. -----Yüce Lütuf yạ ạyhạ ạlạb ạlgẖny Осмондаги бизнинг Отамиз Tak prostinké to je Тубом Голгофае, выны, Trecut-au anii de când Isuse NEARER THE CROSS shén yǐ jīng lì wǒ men zuò wài bāng rén de guāng Перед престолом Благ أيوه بحبه
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